lunes, 17 de septiembre de 2018

De_cadencia


   Es curioso cómo cambian las cosas a tu alrededor, sin que seas capaz de darte cuenta, hasta que de repente lo ves, y la realidad que percibes te sacude de arriba abajo. Como dice una canción de la M.O.D.A, "es la cadencia de la decadencia". Poco a poco, todo va cambiando, lo que sucede es que no somos conscientes. Lo malo, es cuando te das cuenta de que las cosas van cambiando poco a poco para peor, y que prácticamente nada puedes hacer.

   El domingo volvimos a comer en casa de mis padres, y después del postre, fui con mi padre a una terraza del pueblo. Quedamos con unos amigos suyos. Me gusta volver a ver a los amigos de mi padre que me han visto crecer desde niño, y sentir como me tratan, muchas cosas han cambiado desde entonces, estoy casado y ahora tengo una hija y un hijo. Pero su compañía es reconfortante. Las cosas siguen su curso, las preocupaciones y alegrías siguen existiendo aunque cambien de forma para estos hombres. Para todos los hombres. La cadencia de vivir, de la vida, que va desgastando a las personas, erosionando sus partes más débiles, dejando más a la vista la cara A y la cara B.

   Lo que me removió por dentro no era lo que sucedía en la mesa en la que estaba sentado. Sucedía en el resto de mesas. Al poco de llegar, apareció un abuelo gitano guasón con la camisa abierta, sin cerrar siquiera un botón. Su nieta, que no cesó de hablar un segundo, lo acompañaba. Todo dentro de lo normal, era una escena simpática, el comprobar como el abuelo intentaba disfrutar del café, mientras su nieta, propio de su edad, y seguramente de su carácter, lo ametrallaba con comentarios y preguntas. Entre suspiros, el abuelo acabó su café, a la vez que la niña apuraba su granizado. 

   Tras marcharse ellos, al poco llegaron un grupo de chicas y chicos jóvenes. A algunos los conocía de vista de cuando iba al instituto. Por sus gestos y algún comentario que atiné a escuchar mientras seguía la conversación de mi mesa, comprobé que había parejas, y hasta llegó con ellos una niña de más o menos tres años.

   Aquí comencé a prestar más atención a la mesa de al lado. Casi todos eran unos años más jóvenes que yo, excepto algunos de los chicos, novios o parejas de chicas más jóvenes. La niña iba sucia. Llevaba ropa no muy limpia, a juego con los restregones de su tez. Era rubia y parecía simpática. Al poco de llegar comenzó a portarse mal, a contestar con insultos a los del resto del grupo, y a hacer “peinetas”. Posiblemente la cadencia no se había iniciado con los padres de las personas que había en el grupo, sino más atrás. Es difícil decirlo. Los que había allí sentados, eran con total seguridad, gente con pocos estudios, pocos habrían llegado a bachiller para hacer un módulo, y ninguno había ido a la universidad. Habían mamado el ver a sus padres partirse el lomo para sacar muy dignamente adelante a su familia, y aunque hubiesen tenido mejores o peores opciones para elegir su futuro, parecían resignados a repetir una vida que ellos no habían vivido, asumiendo el papel de protagonistas, heredado de sus padres, y sin apenas cambios.

   No estoy criticando ni mucho menos despreciando a las personas que por un motivo o por otro no tienen estudios. Me apena ver lo poco que cambia la vida en el pueblo, y que las generaciones que siguen apareciendo, calcan o mejoran poco la vida que han vivido o visto vivir. Me apena ver la resignación en caras de personas de sesenta años, pero más me apena el verla en gente de mi generación. En el pueblo hay gente que prospera, han tenido oportunidad de estudiar y de ir mejorando al pueblo. De ir creciendo y evolucionando.

   Lo que me encontré me golpeó en un sitio que no sabía que me dolía. Me apenaba ver estancarse a la gente del pueblo. Me apena la falta de interés de la camarera, a la que le daba igual quedarse sin un tipo de refresco, porque ella a cobrar lo mismo igualmente, fuesen más o menos clientes. Padres de veintipocos años cansados, con hijos pequeños que aprenden a hablar y a insultar a la par. Niños de padres de hijos acostumbrados al zarandeo y a los gritos cuando se portan mal. Historias que se repiten, y ojos que no hacen nada y que observan una situación en la que años atrás ellos mismo eran los que sufrían esa conducta, esas formas.

   Conformarse. Esto es lo que hay. O es lo que parece que hay.

   Posiblemente esta sea la historia de los pueblos pequeños, y que sea una historia que se repite a lo largo del tiempo, y por eso mismo siguen siendo pueblos pequeños. Quizás es ley de vida. Quizás no sea decadencia, y simplemente sea, poca evolución o pocos cambios. Quizás sea lo lógico, pero hasta ahora no lo había pensado, y no pude sentirme decepcionado en aquel momento por ver lo que sucedía en la mesa de al lado.


martes, 9 de noviembre de 2010

va por ti...


insomnio,

y una palabra rondando mi cabeza, la oí el otro día, la leí...
¿quién es este tío, Ál?

La portada de un disco que no encuentro para descargarme, ya la recuerdo y comienzo a escucharla... montoto... escucho sus letras y su música y, ... parece que las había estado escuchando siempre.

Es extraño, igual que cuando ves a alguien que hacía tiempo que no ves y que significa mucho para ti... no se, a veces parece que el tiempo no pasa y me genera una sonrisa ver que en el fondo seguimos siendo los mismos de siempre, por mucho que pase el tiempo,

y eso me tranquiliza y me hace feliz,

es como volver a encontrar algo que creías perdido, y no,

resulta que está ahí...

aunque me gusta todo más si también estas ahí,

modelo de la sonrisa incansable y labios rojos descoloridos de tanto besar!

en fin, paso de volver a perder este tipo de cosas por muy liado que esté...

y seguro que sorprendo a más de uno o una respirando esta noche después de tanto tiempo...


miércoles, 24 de junio de 2009

vuelvo (o eso creo)

recordaba más entradas en mi blog, no se porqué.. pero bueno.. tengo cosas escritas durante este largo parón.. poco a poco...

jueves, 19 de febrero de 2009

Nunca más…


Lo prometo… nunca más… nunca más pondré quique gonzalez en el movil en el camino de madrugada de vuelta al piso, nunca más la cantaré de camino a mi cama.. nunca más si voy solo, ni siquiera cuando comience cantando alhajita y sonriendo.. porque se que después va los conserjes de noche y ya se lo que pasa… me paro cada tres portales y me siento para tomar un poco de aire e intentar desnublar un poco mi vista empañada.. y así no.. así no hay forma de llegar.. nunca más escucharé quique gonzalez en el camino de vuelta al piso, nunca más.. me lo prometo… y menos de noche y solo…

Nunca más preguntaré en la parada de taxis que hay después del hotel. Nunca más si voy solo… nunca más preguntaré a uno de los taxistas que me mira con una mezcla de incredulidad y sueño que cuanto vale más o menos el viaje en tarifa nocturna a la ciudad del viento… nunca más, porque abro mi cartera y solamente veo billetes de tren… nunca más los conserjes de noche, y menos aún la canción del directo con la melodía de su armónica flotando en el aire... prefiero venirme más tarde y acompañado… prefiero que vengas tú... por favor, no me obligues a venir otra vez solo por un camino en el que ya hemos volado los dos juntos, los dos juntos y solos, en los que tardamos media hora en un recorrido en el que se tarda ocho minutos y que en las madrugadas, el camino resbala porque las máquinas lo empapan a diario… antes planeaba sobre las baldosas.. no me obligues a venirme solo.. no quiero y me da miedo… lo prometo

Prometo no más conserjes de noche…

Quiero volverme siempre acompañado de ti..

(No puedo dormirme)

Y lo peor de esto..

lo peor..

¿sabes que es lo peor?

Que esto me suena a promesas que no valen nada…

miércoles, 11 de febrero de 2009

algo más que letras...

hoy hace mucho viento > > > >
.
.
.
> > > dicen que las palabras se las lleva el viento, sean habladas o escritas, que lo que quedan son los hechos... pero parece que si están escritas, hay algo que las retiene más junto a ti, y esa manta de retales de recuerdos y letras formando palabras, y palabras formando frases, pueden abrigar hasta a un corazón que no sienta nada, que solamente alberga indiferencia. Las palabras son mágicas. Hay palabras que aunque estén dichas en otra situación, si las recuerdas, o si las lees cuando lo necesitas, te ayudan... no es para tanto, pero creo que he perdido algo importante; y en cierto modo me siento un poco desnudo, pero en el sentido de que me siento más vulnerable porque he perdido un escudo en el que poder recuperar el aliento en momentos de agobio, dolor, fatiga... o simplemente para hacerme sentir más feliz. Se han escapado recuerdos que ya no consigo recordar, hubiese dado lo que sea por leerlos todos una última vez y hacer que mi memoria funcionase, mi corazón latiese más rápido, y el estómago me diese esos pellizcos que me suele dar. Las palabras pesan, y a mi siempre me gusta viajar con 100 kilos de más... ahora llevo una pluma que casi puede flotar...
...

Sé que las cosas se llevan por dentro, pero en cierto modo era un alivio saber que las tenía ahí y podía recordarlas cuando quisiera, o me hiciese falta... eso ya no se puede reponer, es insustituible... bueno, supongo que ya sabrás que he borrado sin saber cómo, el buzón de entrada de mensajes de mi movil...

< --- >

y quiero que tú
me lo vuelvas a llenar...
no será lo mismo, pero...
vamos a intentarlo,
¿no?
tenemos
mucho
tiempo ...

miércoles, 4 de febrero de 2009

que rico...


¿te imaginas que fuese de verdad? jajaj seria muy gracioso ser un peladilla gigante, lo he estado pensando, pero no me aclaro con el color y el sabor.. la verdad que el rojo y el verde son los que más me tiran.. si tuviese que decidirme, creo que eligiria el rojo seguramente... esto está escrito en una hoja de los apuntes de recursos humanos, que me lleva loco esa asignatura, se nota por el delirio, porque dónde iría una peladilla de mi peso y embergadura por ahí.. seguro que no pasaría desapercibido entre la gente... en fin en la hoja se ve el último punto casulamente de un proceso de seleccíón, la entrevista final, ahí se decide todo, en lo último, como en un examen, te lo juegas todo a una carta; muchas cosas en la vida son así, asi que mejor ir acostumbrándote y que vayas tenéndolo claro, que las segundas oportunidades brillan por su ausencia.
así que, hay que estar ahí y punto.. si estás triste, imagínate ser una peladilla gigante...
seguro que yo estaría muy bueno y mucha gente me querría tener... es algo peculiar eso de ser una peladilla gigante, y creo que en el fondo, lo soy... xD
vivan las peladillas gigantes!!!

martes, 27 de enero de 2009

>Mil y Una Historias<

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dos mochilas
dos chaquetas
agua, apuntes
y
el
tren
.
.
.
cuatro asientos
dos personas
el tren...
un autobús a la estación que casi se escapa, unas carreras de esas que se hacen sonriendo, aunque sepas que se te puede escapar ese autobús para llegar a esa estación... antes de eso; prisas, recoge rápido, me falta un calcetín, déjame un peine... corre!!.. ¿llegamos o no?.. si.. si que llegamos al final.. ufff que calor hace en este autobús.. ¿ves? me tocan las piernas en el asiento de delante... cógeme de la mano anda, y no des más el follón...
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un viaje en el tren de ida, que no tiene nada que ver con el tren de vuelta, aunque sea el mismo y pare en las mismas estaciones de paso... pero en la ida hay sonrisas.. y no vas solo tú.. hay 4 pies, 4 manos y dos caras y 2 mochilas y dos chaquetas.. y no es lo mismo, todo esta por llegar, los nervios no lo parecen tanto aunque el corazón te siga latiendo deprisa...
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que bien aquel sábado por la tarde, con su noche y su domingo... puto domingo por la noche...puto tren, puta mochila y puta chaqueta.. y puto mp3 que se le acaba la bateria cuando mas la necesito.. ya solo son dos pies, dos brazos y una cara con dos torrentes que atraviesan la atraviesan entera y desembocan en la barbilla, si es que no se pierden por el camino... en el tren no me tocan las rodillas con el asiento de delante.. pero en ese tren el corazón parecía que se me prensaba a una velocidad de vértigo, se me hizo un nudo de doble lazo en la garganta, y costaba más respirar...puto tren...
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Fin del capítulo 1

jueves, 22 de enero de 2009

un puñado de horquillas...



una horquilla puede no ser solamente una horquilla.. ¿para qué sirve una horquilla? para sujetar el pelo, ¿no? el caso es que sirve para sujetar algo o para mantener su forma. no se, es una tontería, pero hay historias que puede que se sujeten mediante horquillas, y eso es mejor que nada.. el caso es que, ayer, mientras estaba estudiando en la biblioteca, y al buscar un boli en el estuche, apareció una horquilla negra, usada. no se porqué, o bueno a lo mejor si que algo se, pero se me dibujó una sonrisa inmensa en la boca, y me dieron ganas de reir y contárselo a alguien, me dieron ganas de ponerme a escribir y darle una patada al derecho administrativo, y dejarlo por ahí hecho pedazos, y no pensaba dejarle la horquilla para que se sujetase.. bastante mal ha hecho ya a mi cabeza jajaj. el caso es que si una horquilla me hace sonreir.. un puñado de horquillas deben hacerlo más todavía. de momento estoy en mi casa, pero cuando vaya a mi piso, pienso repasar los sitios uno a uno, a ver si encuentro alguna horquilla más por ahí perdida u olvidada.. lo haré cuando note que me hace falta sonreir y no se me presente ningún motivo por el que hacerlo, me pondré a buscar horquillas. un puñado de horquillas puede que sea un pequeño pase a la felicidad, pero será momentáneo, efímero, pero algo es algo, que parece que cada vez nos cuesta más sonreir, y nadie debe dejarse la sonrisa en casa.. ya vale de días raros, da igual como te levantes. tu día, te lo fabricas tú, seguro que puedes hacer algo por cambiarlo, y si te sigue saliendo mal, ya sabes, si quieres cambiarlo, busca horquillas por los rincones, verás como sonries
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.
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-pero cuidado, el significado de esa sonrisa...
-¿qué?
- shhhh, es un secreto..

martes, 20 de enero de 2009

hay cosas que es mejor no conocer

el sueño de un consumidor...
no se si debería escribir sobre esto, hay gente a la que le puede molestar, o tomar como una frivolidad de mal gusto que hable sobre esto, y más que diga que es el sueño de una persona enferma y adicta, una sustancia que te pone fecha de caducidad en todo, en tus relaciones, en tus amigos, en tus risas, a tu familia, y sobre todo a ti mismo.. pero es un tema importante y no se, hay gente a mi alrededor que consume y creen que controlan.. no controlan y se autoengañan. yo pude decir que no frente a ofrecimiento de coca, pude decir que no, porque soy quien soy, soy como soy gracias a otros amigos, a mi familia y sobre todo eso, a mi mismo y a la educación que se supone que te dan, que no es la que te dan en el colegio o en el instituto, es la que dan tus padres. en fin no se que decir más, solo que el otro día recordé un libro que leí, que se llamaba campos de fresas y trataba sobre los adolescentes y las drogas.. el libro esta genial, para quien tenga un ratito y lo quiera leer.. pues eso, esta bien.. bueno la foto es de un paisaje que se puede ver en el trayecto de tren de murcia a cartagena.. asi que si alguien se habia hecho ilusiones.. xD

lunes, 19 de enero de 2009

tiempo ha...

Me apetece estar allí ahora, es la playa donde he crecido verano a verano, aunque al principio me vio pasar los años enteros.. la miro y siento añoranza, no de tiempos mejores, si no de otros tiempos en los que era feliz con menos, no sabia tanto, y me conformaba con muy poco... todo era fiesta, risas, dormir, tomar café, madrugadas y más risas.. el primer cubata, el primer beso.. muchas de las primeras cosas me han pasado allí, y hace mucho tiempo que no paso unos días tranquilos allí, y creo que los necesito.. ya no me gusta tanto el verano.. últimamente lo he invertido en sacar dinero y estudiar, para poder vivir durante el resto del año en la ciudad en la que estudio.. sinceramente, prefiero sacrificar el verano y vivir todo el año a mi manera, tengo más libertad y pues eso, suelo hacer lo que quiero o puedo mientras me alcance el dinero, y eso no lo cambio.. pero ahora me apetece pasar el invierno en esta playa.. y pasarme las horas muertas pensando en nada.. me apetece y quiero que vengas conmigo a pasar algún día... solo tienes que decirme que sí, sin que venga nada a cuento, dime solo que sí y tomamos un ratito el sol en invierno.. o en primavera, en mi playa y me coges de la mano fuerte... y a soñar...